Skip to content
Plan de Cambio
  • Pages
    • Plan de cambio 24-25
    • Información
    • Selección de proyectos para el Plan de Cambio
    • Objetivos, indicadores y tareas
    • Cambios 2024-2025
      • Plan 1. Nueva herramienta de gestión de calidad
      • Plan 2. Implantacion de la nueva Ley de FP
      • Plan 3. Nuevo espacio para el profesorado
      • Plan 4. Mapa de talento
      • Plan 5. Acogida del profesorado nuevo
      • Plan 6. Comunicación externa
      • Plan 7. Comunicación interna
    • Otra información
      • Otras ideas a incluir
      • Factor humano y motivaciones
    • Cambios 2025-2026
      • Plan 1. Comunicación interna
      • icon picker
        Plan 2. Mapa del talento
      • Plan 3. Unificar ETHAZI en todos los ciclos

Plan 2. Mapa del talento

1. Descripción El plan de cambio para el Mapa del Talento busca implantar una herramienta sistemática para identificar, documentar y visualizar el talento existente dentro del centro educativo. Esto incluye conocer la formación del profesorado (formal y no formal), sus competencias, participación en proyectos de innovación y en eventos externos, entre otros aspectos. Se pondrá especial énfasis en detectar fortalezas y áreas de mejora (las denominadas “áreas verdes” y “áreas rojas” en el mapa), identificar puestos críticos (aquellas funciones clave cubiertas por una única persona o susceptibles de relevo próximamente) y determinar necesidades transversales de formación del claustro (por ejemplo, en liderazgo, bienestar, comunicación oral, inteligencia artificial, etc.). Con este mapa del talento se pretende asegurar que la dirección disponga de información clara para la planificación estratégica de recursos humanos, garantizando la continuidad en puestos clave y promoviendo el desarrollo profesional de todo el personal docente.
2. Impacto esperado
Mejor conocimiento del talento interno: el centro obtendrá una visión completa y actualizada de las habilidades y formaciones de todo su personal. Al recopilar datos sobre la trayectoria, formación (incluida la no reglada) y experiencias de cada docente, se logrará una transparencia de competencias que facilitará reconocer quiénes poseen determinadas experticias o conocimientos.
Visibilidad de fortalezas y brechas formativas: mediante la creación de un mapa visual del talento, se podrán identificar claramente las “áreas verdes” (ámbitos en los que el centro cuenta con múltiples personas cualificadas o con alto nivel de pericia) y las “áreas rojas” (ámbitos donde el talento es escaso o hay carencia de ciertas competencias). Esto permitirá orientar esfuerzos hacia las áreas deficitarias y consolidar las fortalezas existentes.
Identificación y mitigación de riesgos en puestos críticos: el mapa del talento ayudará a detectar puestos o funciones críticas donde solo una persona concentra conocimiento fundamental o donde se prevé una futura vacante (por jubilación u otros motivos). Como resultado, se podrán implementar planes de sucesión o formar a personal de apoyo, garantizando la continuidad del funcionamiento del centro ante eventualidades.
Formación y desarrollo profesional más alineados: al detectar de forma proactiva las necesidades transversales de formación (como en liderazgo, bienestar docente, comunicación, competencias digitales, etc.), la dirección podrá planificar acciones formativas específicas para subsanar esas carencias. Esto conllevará un profesorado más competente en aspectos clave para la educación actual, mejorando la calidad pedagógica y el clima institucional.
Aumento del compromiso y motivación del personal: un efecto esperado es que el profesorado se sienta más valorado y partícipe. La existencia del mapa del talento reconocerá sus logros (como la participación en proyectos y eventos) y sus capacidades, lo que puede reforzar el sentido de pertenencia al centro. En este sentido, al ofrecer oportunidades de desarrollo basadas en la información recopilada, se incrementará la satisfacción laboral y el compromiso de los docentes con los objetivos del centro.
3. Diagnóstico de la situación actual antes del cambio
Ausencia de un registro centralizado del talento interno: actualmente no existe un inventario unificado de la formación, competencias y logros del profesorado. La información sobre qué sabe hacer cada docente se encuentra dispersa o se transmite de manera informal, lo que provoca un desconocimiento parcial del talento disponible en el centro. Esto dificulta identificar a simple vista en qué áreas el claustro tiene fortalezas o carencias.
Puestos críticos no identificados ni planificados: en la situación actual no se tienen claramente señalados aquellos puestos o funciones clave que dependen de una única persona. Esta falta de identificación implica un riesgo organizativo, ya que ante la ausencia inesperada o salida de esa persona, no hay un plan de relevo ni otro personal preparado para asumir sus responsabilidades.
Necesidades formativas transversales no evaluadas: no se cuenta con un diagnóstico consolidado de las áreas de mejora comunes en las competencias del profesorado. Por ejemplo, podría haber carencias en habilidades de liderazgo, gestión del estrés, innovación educativa o competencias digitales, pero al no estar mapeadas, no se planifican formaciones específicas para abordarlas de forma eficaz.
Percepción de falta de reconocimiento del talento: parte del personal puede sentir que sus habilidades adicionales o logros (títulos obtenidos, idiomas, participación en congresos, etc.) no son conocidos ni valorados por la dirección. La inexistencia de un mecanismo formal para visibilizar el talento individual ha generado en ocasiones desmotivación, al no aprovecharse totalmente las capacidades de algunos docentes ni reconocerse sus aportaciones extraacadémicas.
No existen procedimientos claros para la gestión del talento interno: actualmente, no hay un protocolo establecido para identificar, documentar y actualizar la información sobre las competencias y formación del personal. Cada jefe de departamento o miembro del equipo directivo maneja la información a su manera, lo que lleva a incoherencias y a que no todo el mundo tenga acceso a los mismos datos.
Falta de herramientas tecnológicas de apoyo: el centro carece de una plataforma digital o base de datos dedicada a gestionar información de recursos humanos más allá de lo administrativo. No disponer de una herramienta adecuada dificulta tanto la recopilación como el análisis de datos sobre el personal, haciendo engorrosa cualquier iniciativa de mapeo del talento.
4. Necesidades de gestión
Implementación de un proceso de recopilación de información: será necesario diseñar e implementar una herramienta para que cada profesor proporcione sus datos relevantes (formación académica, cursos realizados, certificaciones, competencias específicas, participación en proyectos, intereses profesionales, etc.). Este proceso debe realizarse de manera estructurada y periódica, garantizando una alta tasa de respuesta y la fiabilidad de los datos aportados.
Desarrollo de un plan para el Mapa del Talento con objetivos definidos: se elaborará un documento marco que detalle los objetivos, alcance y metodología del mapa del talento. En él se definirá qué categorías de información se mapearán (formación, experiencia, potencial de desarrollo, etc.), cómo se clasificará el talento (por ejemplo, niveles de competencia o grado de experiencia) y de qué manera se interpretarán las “áreas verdes” y “áreas rojas” para la toma de decisiones.
Creación de un procedimiento estándar de actualización: es fundamental establecer cómo se mantendrá útil la información del mapa a lo largo del tiempo. Para ello, se creará un protocolo que indique con qué frecuencia se actualizará el mapa (por ejemplo, al inicio de cada curso escolar o tras la finalización de formaciones significativas) y quiénes serán responsables de dicha actualización. Este procedimiento asegurará que el mapa del talento siga siendo una herramienta confiable y vigente, y no una fotografía desactualizada.
Incorporación de herramientas digitales para el mapeo: se evaluará e implementará la herramienta tecnológica más adecuada (puede ser una sección dentro de la plataforma digital del centro, una hoja de cálculo compartida estructurada o un software específico de gestión de talento) para almacenar y visualizar los datos recopilados. Esta herramienta deberá permitir filtrar por competencias, generar informes de puestos críticos y presentar de forma visual (gráficos, matrices de 9-Box, codificación por colores, etc.) la distribución del talento en el centro.
Estrategias para fomentar la participación del profesorado: para asegurar la colaboración de todos, se adoptarán medidas como comunicar claramente los beneficios del mapa del talento (tanto para el centro como para cada docente), garantizar la confidencialidad de la información personal y posiblemente involucrar a los jefes de departamento como facilitadores en la recolección de datos. Asimismo, se valorará ofrecer retroalimentación personalizada al profesorado (por ejemplo, cada docente podría recibir un resumen de su propio perfil de talento), de modo que vean un beneficio directo en el proceso y se motiven a participar activamente.
Sensibilización sobre la importancia de la gestión del talento interno: se llevarán a cabo acciones de comunicación y formación internas dirigidas tanto al equipo directivo como al claustro en general, para destacar la relevancia del mapa del talento. Esto incluirá explicar cómo esta iniciativa contribuye a la mejora organizativa, a la calidad educativa y al desarrollo de carrera de los propios docentes. La sensibilización temprana ayudará a reducir resistencias y a crear un clima propicio para el cambio.
5. Personas implicadas La responsabilidad global del proyecto recae en la Dirección de Estrategia del centro, que liderará su impulso. Los grupos y personas clave involucrados son:
Equipo del Mapa del Talento: grupo de trabajo designado para tomar las decisiones y llevar a cabo las acciones necesarias en la elaboración y mantenimiento del mapa del talento. Incluye miembros del equipo directivo y personal con conocimiento en gestión de personal, encargados de coordinar la recogida de datos y el análisis de los resultados.
Equipo Directivo: será responsable de apoyar y promover la implementación del nuevo sistema de mapeo de talento, asegurando que se integre en la planificación estratégica y en los procesos de gestión del centro. Además, el equipo directivo deberá dar ejemplo utilizando la información del mapa en la toma de decisiones (ej. asignación de coordinadores de proyectos según competencias).
Profesorado, jefes/as de departamento y personal de administración y servicios: son tanto fuente de información como beneficiarios directos del proceso. Todo el personal del centro deberá aportar sus datos al mapa del talento y, a su vez, podrá hacer uso de los resultados (por ejemplo, para identificar colegas con experiencia en cierta materia y favorecer el trabajo colaborativo, o para solicitar formaciones en áreas de necesidad identificada). Su participación activa y honesta es esencial para el éxito del plan.
Equipo de Transformación Digital: aportará su conocimiento en la evaluación e implementación de herramientas tecnológicas necesarias para el proyecto. Este equipo asesorará sobre cómo integrar el mapa del talento en las plataformas digitales existentes o sobre la adopción de nuevas soluciones, garantizando que la herramienta sea accesible, segura y amigable para los usuarios.
Impulsora del Cambio: actuará como coordinadora de todo el proceso de cambio relacionado con el mapa del talento. Sus funciones incluyen la organización de reuniones de seguimiento, la facilitación de la comunicación entre todos los implicados, la resolución de incidencias durante la implementación y velar por que se cumplan los plazos y objetivos definidos en el plan.
6. Identificación de riesgos y resistencias Se han identificado los siguientes riesgos y resistencias potenciales en la implantación del mapa del talento, junto con las estrategias previstas para mitigarlos:
Resistencia al cambio por parte del claustro o del equipo directivo: es posible que algunos vean el mapa del talento con recelo, ya sea por temor a un escrutinio de su desempeño o por considerarlo una carga administrativa extra. Mitigación: se realizarán sesiones informativas y de sensibilización presentando el mapa del talento como una herramienta de apoyo y desarrollo (no de evaluación punitiva), apoyándose en datos cualitativos y cuantitativos de otros entornos que muestren mejoras gracias a iniciativas similares. Involucrar a líderes de opinión positivos dentro del claustro desde el inicio también ayudará a convencer a los más escépticos.
Desinterés o baja participación del personal en la aportación de datos: existe el riesgo de que parte del profesorado no complete la encuesta o formulario con la información necesaria, bien por apatía, falta de tiempo o porque no perciba utilidad inmediata. Mitigación: para enfrentarlo, se les implicará desde la fase de diseño (preguntando qué información consideran relevante incluir) y se comunicará claramente cómo el proceso redundará en beneficios concretos (por ejemplo, optar a formaciones o proyectos adecuados a su perfil). Además, se simplificará al máximo el proceso de recolección de datos y se permitirán espacios dentro del horario para completarlo, facilitando así la participación.
Preocupaciones sobre la privacidad y uso de la información: algunos docentes pueden mostrarse reacios a compartir ciertos datos personales o profesionales por temor a un mal uso de la información. Mitigación: se garantizará la confidencialidad de los datos recopilados, explicando quiénes tendrán acceso al mapa del talento y con qué propósitos. Se elaborarán políticas claras de protección de datos dentro del proyecto, asegurando que la información solo se empleará para fines de desarrollo profesional y organización interna, nunca para sanciones.
Falta de claridad o sobrecarga de información en el mapa: si el mapa del talento no se presenta de manera clara, o si intenta abarcar demasiados datos, podría volverse confuso e impracticable. Mitigación: se optará por un diseño visual y sencillo, utilizando formatos estandarizados (como matrices o infografías) y codificaciones fáciles de entender. Asimismo, se delimitará el alcance inicial a información realmente útil y accionable, evitando recopilar datos excesivos que luego no vayan a usarse. De esta forma, el mapa será intuitivo de interpretar y destacar\u00e1 lo esencial sin abrumar con detalles.
Falta de seguimiento y uso efectivo: existe el riesgo de que, tras el esfuerzo inicial de crear el mapa, este no se actualice regularmente o no se utilice para tomar decisiones, convirtiéndose en un documento estático. Mitigación: para prevenirlo, se establecerán revisiones periódicas (por ejemplo, trimestrales o semestrales) donde el equipo directivo y el equipo del mapa del talento evalúen si se está utilizando la herramienta, la actualicen con movimientos de personal o nuevas formaciones, y comprueben impactos (como docentes asignados a roles adecuados o realización de formaciones planificadas). Estas reuniones de seguimiento asegurarán que el mapa se integre en la cultura de gestión del centro.
Falta de experiencia en el equipo encargado del proyecto: el grupo responsable de llevar a cabo el mapa del talento puede no haber implementado una iniciativa similar con anterioridad, lo que podría generar inseguridades o errores iniciales. Mitigación: a pesar de este riesgo, se cuenta con documentación clara de las acciones a realizar, y se fomentará la formación autodidacta y el apoyo externo puntual (consultas a otros centros o expertos) si fuese necesario. Además, se planificarán reuniones de coordinación semanales y se mantendrá una comunicación continua (vía correo electrónico, chats de trabajo, etc.) para resolver dudas rápidamente, compartir buenas prácticas y asegurar que el equipo se sienta respaldado durante todo el proceso.
7. Recursos
Económicos: principalmente los derivados de las herramientas o plataformas que se requieran para implementar y mantener el mapa del talento (por ejemplo, posibles licencias de software, gastos en desarrollo de base de datos o adaptaciones en la plataforma digital del centro). En general, se prevé un coste reducido al aprovechar en la medida de lo posible recursos tecnológicos ya disponibles.
Humanos: personal implicado en distintas fases del proyecto, incluyendo el equipo del mapa del talento, miembros del equipo directivo, jefes de departamento y el conjunto de docentes y personal de administración y servicios que colaborarán aportando información y adaptándose a la nueva dinámica de gestión del talento. No se contempla la incorporación de personal externo.
Tiempo: el plan se desarrollará a lo largo del curso 2025-2026, con una fase inicial de diseño y recolección de datos (primer y segundo trimestre), una fase de análisis y elaboración del mapa (segundo trimestre) y la puesta en marcha de acciones formativas o de sucesión derivadas del mapa (tercer trimestre). Este cronograma podrá ajustarse en función de la disponibilidad y ritmo de trabajo del centro, pero siempre con la meta de completar el ciclo dentro del año escolar.
Formativo: no se prevé la necesidad de contratar formaciones externas específicas para implementar el mapa del talento. Sin embargo, internamente se destinarán sesiones de capacitación para el equipo del proyecto y para el claustro en general acerca del uso de la herramienta elegida y la interpretación de los resultados. Estas sesiones se realizarán aprovechando reuniones de coordinación pedagógica u otras ya establecidas en el calendario.
Material: se elaborarán manuales y guías con protocolos claros sobre cómo recopilar la información (por ejemplo, instrucciones para rellenar las fichas o formularios de talento) y cómo mantener y consultar el mapa del talento. Asimismo, se dispondrá de materiales de apoyo (formatos estandarizados, tutoriales breves para el uso de la plataforma, infografías explicativas) que faciliten la adopción de la nueva herramienta por parte de todo el personal.
8. Planificación y seguimiento del cambio La Impulsora del Cambio es la responsabledel mapa del talento, por lo que estará implicada de lleno en la ejecución y seguimiento de este plan. Se establecerán hitos de control en cada fase del proyecto (diseño, recopilación de datos, análisis, implementación de acciones) para evaluar el progreso y realizar ajustes si es necesario. El seguimiento continuo garantizará que el plan de cambio se mantiene en curso y que los objetivos parciales se van cumpliendo a lo largo del proceso.
9. Evaluación de los objetivos alcanzados y memoria del proceso Al término del curso 2025-2026, se llevará a cabo una evaluación integral para determinar en qué medida se han alcanzado los objetivos propuestos con el mapa del talento. Se comprobará, entre otros indicadores, la completitud y actualidad del mapa elaborado, el número de decisiones (asignaciones, formaciones, promociones) que se hayan apoyado en dicha herramienta y la satisfacción del personal con el proceso. Asimismo, se confeccionará una memoria del proceso de cambio, documentando todas las etapas, dificultades superadas, resultados obtenidos y buenas prácticas identificadas, de forma que sirva como referencia para futuras mejoras en la gestión interna del centro.

 
Want to print your doc?
This is not the way.
Try clicking the ⋯ next to your doc name or using a keyboard shortcut (
CtrlP
) instead.