Este plan tiene como objetivo la correcta adaptación del centro a la nueva Ley de Formación Profesional, asegurando que la oferta educativa y los módulos optativos se ajusten a la normativa vigente.
Actualización de la oferta educativa: incorporación de nuevos programas y ajustes en los existentes. Diseño y aprobación de módulos optativos: ampliación de la flexibilidad formativa para el alumnado. Mayor coherencia con las demandas del mercado laboral: programas formativos alineados con las nuevas exigencias profesionales. Implicación del profesorado en el proceso de adaptación: formación y participación activa en la implementación de la ley. Diagnóstico de la situación actual antes del cambio La nueva Ley de FP está en proceso de implantación por los centros. Estas son algunas de las cuestiones a tener en cuenta:
Falta de adaptación curricular: aún no se conocen los nuevos módulos optativos que se pueden ofertar. Desconocimiento por parte del profesorado: es necesario formaciones específicas sobre la nueva legislación. Falta de procedimientos establecidos: no existe un protocolo claro para la implementación de los cambios. Tiempo limitado para la adaptación: se requiere una planificación eficiente para cumplir con los plazos establecidos. Para garantizar una implantación efectiva de la nueva Ley de FP, se deberán abordar los siguientes aspectos:
Actualización de la oferta educativa: diseño de programas formativos conforme a la normativa. Diseño y aprobación de módulos optativos: creación de itinerarios formativos flexibles. Formación del profesorado: sesiones específicas para la comprensión e implementación de la ley. Creación de un protocolo de adaptación: definición clara de los pasos a seguir. Coordinación entre departamentos: espacios de trabajo colaborativo para la adaptación curricular. La responsabilidad del proyecto recae en el Responsable de Formación Inicial.
Responsable de Formación Inicial: liderará el proceso de adaptación y coordinará las acciones necesarias. Equipo Directivo: supervisará y aprobará los cambios en la oferta educativa. Profesorado: tendrá una participación activa en la impartición nuevos módulos. Alumnado: será el que tendrá que decidir a la hora de seleccionar su oferta formativa, y en parte tendrán mucha importancia los módulos optativos ofertados. Identificación de riesgos y resistencias: Se han identificado los siguientes riesgos y resistencias potenciales en la implantación del cambio, junto con estrategias para mitigarlos:
Falta de formación del profesorado: se ofrecerán sesiones de actualización normativa. Resistencia al cambio: sensibilización y comunicación clara sobre la necesidad de adaptación. Dificultad en la aprobación de módulos optativos: será necesario contar con todo el profesorado para decidir qué módulos se ofertan en cada ciclo. Falta de tiempo para la implementación: en general, los plazos de implementación suelen ser cortos, por lo que es necesario prever con antelación las posibles acciones a tener en cuenta. Inversión en herramientas digitales de comunicación interna, si aplica (intranet, newsletters, aplicaciones de mensajería...). Responsables encargados de difundir la información (Jefes de Departamento, responsables de equipos, etc.) Formación sobre estrategias de comunicación. Manual de comunicación interna. Herramientas digitales para la gestión y archivo de comunicaciones. Planificación y seguimiento del cambio: tras hablar con el responsable de Formación Inicial y teniendo en cuenta la incertidumbre con respecto a la nueva Ley de FP, no se han establecido planificación ni seguimiento de tareas. Evaluación de los objetivos alcanzados y memoria del proceso.