Incidente y motivo de consulta

Incidente:

Tras una reprimenda intensa de Juana, la madre, Gastón (el hijo) fue hallado ansioso en la cocina sosteniendo un cuchillo (aparentemente para defenderse), con un breve lapso de amnesia sobre el suceso. Este alarmante incidente impulsó a la familia Haro a buscar intervención profesional para sus conflictos y problemas de violencia.
La acción de Gastón al tomar un cuchillo después de un conflicto con su madre, es un reflejo de la tensión y la falta de habilidades adecuadas de resolución de conflictos en la familia. Este incidente puede ser visto como un grito de ayuda y un símbolo de las relaciones nocivas presentes.

Motivo de consulta

El motivo de consulta de la familia Haro es abordar y resolver los problemas de violencia y conflictos familiares, especialmente la violencia de Juana hacia su esposo Marlon y su hijo Gaston. La familia busca ayuda para mejorar su dinámica y comunicación, con el objetivo de establecer un ambiente más seguro y saludable para todos sus miembros, en especial para el bienestar emocional y el desarrollo de Gaston.

Historia de la familia

La familia Haro se compone de Marlon, de 51 años; Juana, de 39; y su hijo Gastón, de 8. Casados desde hace 12 años, han vivido situaciones de violencia tanto la vida actual como en las historias previas de ambos.
Marlon vivió el abandono de su padre a los 4 años y fue testigo de episodios en los que este maltrataba a su madre. Al llegar a la mayoría de edad, Marlon, respaldado por su familia, decidió cortar todo vínculo con él. Por su parte, Juana creció en un hogar con padres estrictos que eventualmente se separaron. Tras la separación, sufrió la devastadora pérdida de su padre a causa de un suicidio y, durante un tiempo, enfrentó los abusos de su madrastra.
Dentro de su relación matrimonial, Juana ha tenido episodios de violencia hacia Marlon y, recientemente, hacia Gastón. Aunque la frecuencia de estos episodios ha disminuido, persisten como un desafío en su convivencia. Reconociendo su impulsividad, Juana ha buscado ayuda terapéutica para gestionar sus emociones.
La historia de relación entre Marlon y Juana ha sido caracterizada por problemas de comunicación, conflictos constantes y tensiones derivadas de sus roles. La situación se complica aún más debido a que Marlon trabaja para su suegra, lo que introduce una capa adicional de presión y tensión en su relación con Juana y con la familia extendida de esta.

Hipótesis 1 - ciclo de agresión - defensa

La familia Haro, atrapada en su etapa actual del ciclo vital, ha desarrollado una homeostasis caracterizada por la violencia y el conflicto. Estos patrones son coherentes con las historias pasadas y las tensiones presentes, pero el incidente con Gastón revela la insostenibilidad de esta coherencia.
A través del reetiquetamiento, se busca que la familia reconozca no sólo las tensiones superficiales, sino también las presiones históricas y que se rompan los ciclos del conflicto
subyacentes y las dinámicas intergeneracionales que las influyen. La intervención terapéutica aspira a romper el ciclo actual de conflicto y guiar a la familia hacia una autopoiesis que les permita reorganizarse de una manera más saludable y adaptativa.
La familia Haro parece estar estancada en el ciclo vital de crianza en donde se ha desarrollado una relación contante de violencia y conflicto, un patrón que ambos padres experimentaron en sus propias infancias. En esta relación Gastón ha tenido que aprender a defenderse a través de la evasión y el retraimiento. El incidente de Gastón con el cuchillo revela que la interacción marcada por la agresión y la defensa son insostenibles.

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Información relevante:

Configuración estructural:
Límites difusos: Entre Juana y su madre, debido a la relación laboral y a la interferencia de la madre en la vida familiar. Esto genera conflictos y tensiones en la relación de pareja entre Juana y Marlon.
Límites rígidos: Entre Marlon y su familia de origen, ya que Marlon cortó la relación con su padre y ha establecido distancias emocionales y físicas con el resto de su familia.
Historial Familiar de Violencia y Disfunción:
Marlon creció en un ambiente donde su padre golpeaba a su madre y finalmente abandonó el hogar.
Juana vivió bajo la estricta crianza de sus padres, sufrió el suicidio de su padre y la violencia de su madrastra
Relación Actual de la Familia Haro:
La pareja ha experimentado episodios de violencia por parte de Juana hacia Marlon y recientemente hacia Gaston.
A pesar de reconocer su comportamiento violento, Juana aún manifiesta episodios agresivos.
Incidente Alarmante con Gastón:
Gastón, después de ser regañado de forma agresiva por Juana, fue encontrado con un cuchillo en la mano, mostrando signos claros de ansiedad y estrés.
Relaciones Laborales y Familiares:
Marlon trabaja en el despacho de su suegra, lo que añade presión a su relación con Juana y genera una dinámica de poder compleja en la familia.
Relaciones de Poder:
Juana no se siente valorada en su papel dentro del hogar, mientras se enfrenta a presiones externas para trabajar fuera de este.
Marlon siente que Gaston necesita desarrollar más carácter, sugiriendo tensiones en cuanto a las expectativas y roles parentales.
La suegra de Marlon ejerce una influencia significativa, lo que puede generar presión sobre la pareja y perpetuar la disfunción familiar.

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Notas sueltas

Coherencia (homeostasis a autopoiesis): La familia Haro ha mantenido una homeostasis caracterizada por la violencia y el conflicto. Aunque disfuncional, esta dinámica ha sido predecible y ha ofrecido un sentido de coherencia para la familia. Sin embargo, el incidente con Gastón marca una ruptura en esta homeostasis, lo que podría llevar a la familia a desarrollar una nueva organización (autopoiesis) para sobrevivir y prosperar.
En resumen, esta hipótesis propone que la familia Haro está atrapada en un ciclo de violencia y conflicto como resultado de tensiones relacionadas con su etapa en el ciclo vital, patrones disfuncionales heredados y problemas estructurales en la configuración familiar. La intervención terapéutica busca interrumpir este ciclo y guiar a la familia hacia una nueva organización más saludable y adaptativa.
Hipótesis 1: "El ciclo de agresión y defensa".
En resumen, la hipótesis sostiene que la familia Haro, atrapada en su etapa actual del ciclo vital, ha desarrollado una homeostasis caracterizada por la violencia y el conflicto. Estos patrones son coherentes con las historias pasadas y las tensiones presentes, pero el incidente con Gastón revela la insostenibilidad de esta coherencia. A través del reetiquetamiento, se busca que la familia reconozca no sólo las tensiones superficiales, sino también las presiones subyacentes y las dinámicas intergeneracionales que las influyen. La intervención terapéutica aspira a romper el ciclo actual de conflicto y guiar a la familia hacia una autopoiesis que les permita reorganizarse de una manera más saludable y adaptativa.
La familia Haro se encuentra atrapada en un ciclo de agresión y defensa, manifestando una dinámica de poder y control. Aunque este patrón puede ser evidente en varios miembros de la familia, en Marlon se agudiza por su relación laboral con su suegra, lo que puede mermar su percepción de autonomía e independencia. Su estatura, aunque no es el foco central, podría añadir una capa de vulnerabilidad en su autoimagen.
La violencia y el conflicto en la familia Haro son el resultado de una serie de patrones de interacción disfuncionales y creencias arraigadas que se han perpetuado a lo largo del tiempo y se han visto influenciadas por las historias familiares y personales de cada miembro. Estos patrones de interacción han creado una estructura familiar rígida y desequilibrada, en la que el poder y las responsabilidades no están distribuidos de manera equitativa, lo que contribuye a la tensión y al malestar emocional entre los miembros de la familia.
La familia Haro se encuentra atrapada en una serie de patrones de interacción disfuncionales que han evolucionado a partir de las historias familiares y personales de sus miembros, particularmente Juana y Marlon. El tejido de esta dinámica está entretejido con hilos de agresión, defensa, poder y control.
Historia Familiar:
Las historias previas de Marlon y Juana están marcadas por abandonos, violencia y trauma. El abandono del padre de Marlon y el abuso al que fue testigo en su hogar han cimentado en él una predisposición a la defensividad. Para Juana, la estricta educación, la violencia de su madrastra y la pérdida traumática de su padre, probablemente han contribuido a su comportamiento agresivo.
Configuración Actual:
Marlon, trabajando para su suegra, se encuentra en una situación delicada, equilibrando las demandas laborales y familiares, lo que posiblemente le hace sentirse subordinado y limita su capacidad de defenderse en el ámbito familiar. Esto contribuye a la tensión con Juana, cuyo comportamiento agresivo se intensifica ante la postura defensiva de Marlon. Gastón, su hijo de 8 años, parece responder al ambiente familiar tanto alejándose como mostrando rebeldía.
Distribución de Poder:
Mientras que Juana lucha con la presión de su madre y el deseo de ser valorada por su contribución en casa, Marlon se siente atrapado en una dinámica de poder donde su autonomía está limitada por su trabajo y su relación con la suegra. Esta desigualdad se extiende también a la crianza de Gaston, donde Juana lleva el peso principal, mientras que Marlon mantiene expectativas estrictas para su hijo.
Reetiquetamiento:
Reconocer estos patrones y su origen permitirá a la familia entender que su dinámica no es resultado de fallos individuales, sino de un sistema complejo influenciado por historias pasadas y estructuras actuales de poder. Al considerar esto, pueden empezar a ver cómo la historia familiar de Marlon y su actitud defensiva, junto con la dinámica laboral y familiar con la suegra, contribuyen al ciclo de conflicto.
Circularidad:
Al explorar cómo las interacciones entre los miembros de la familia influyen en sus comportamientos, podrán identificar cómo las acciones de uno afectan las respuestas del otro. Marlon, con su historia y su postura defensiva, puede provocar reacciones en Juana, cuya agresividad se intensifica por estos factores, perpetuando así el ciclo de conflicto.
En conclusión, la hipótesis sostiene que la familia Haro está navegando por un terreno lleno de tensiones intergeneracionales, configuraciones estructurales complicadas y dinámicas de poder desequilibradas. La intervención terapéutica deberá ayudarles a identificar y desentrañar estos patrones para que puedan encontrar una dinámica más saludable y adaptativa.

Guión familiar

"Para sobrevivir y ser valorado en esta familia, uno debe luchar por el poder y el control. Las emociones deben ser guardadas y protegidas, a menudo a través de la agresión. Las vulnerabilidades son vistas como debilidades y son explotadas, lo que lleva a una constante defensa y guardia alta. El amor y el afecto están condicionados a la conformidad y al rendimiento. Las heridas del pasado no se discuten ni se abordan, sino que se reviven en las interacciones presentes."
Incidente con Gastón: Gastón, al recurrir a un cuchillo como medio de defensa, revela no sólo las tensiones actuales sino también cómo estas dinámicas están afectando a la próxima generación. Su comportamiento es un síntoma alarmante de que la familia está atrapada en un ciclo de conflicto y no está abordando las tareas esenciales de su etapa actual del ciclo vital.
"En la familia Haro, entendemos que antes desenvainábamos espadas como medio para defendernos, mostrando con ello nuestra agresividad y defensividad. Ahora, esas espadas se han transformado en plumas, con las que escribimos nuestra historia juntos y dibujamos nuestro futuro. A través de estas plumas, expresamos nuestros sentimientos, temores y esperanzas de manera abierta, creando así un refugio donde se valora la comunicación y el entendimiento. Las heridas del pasado ya no son motivos para levantar armas, sino oportunidades para escribir capítulos de apoyo, aprendizaje y crecimiento conjunto. Aquí, la fuerza no se encuentra en la agresión, sino en la capacidad de escuchar, comprender y cuidar al otro, siempre con la esperanza de trazar un camino juntos hacia un futuro más brillante y unido."

Ciclo de Agresión y Defensa en la Familia Haro:

Juana (Agresión y Poder):
Ejemplo 1: Juana podría hacer comentarios críticos sobre la capacidad de Marlon para proporcionar para la familia, apuntando a su dependencia del trabajo con su madre.
Ejemplo 2: Juana podría mostrar impaciencia y reprender a Gastón de manera excesiva por pequeños errores o comportamientos infantiles, transmitiendo una sensación de autoridad estricta.
Marlon (Defensa y Control):
Ejemplo 1: Ante los comentarios críticos de Juana, Marlon podría retirarse emocionalmente, evitando el conflicto directo, pero al mismo tiempo reforzando un muro de silencio o distancia.
Ejemplo 2: En su relación con Gastón, Marlon podría ser demasiado protector o restrictivo, posiblemente para compensar su percepción de debilidad en otros aspectos de su vida y para inculcar en Gastón un carácter más fuerte.
Gastón (Defensa y Alejamiento):
Ejemplo 1: Ante el conflicto o las tensiones entre sus padres, Gastón podría retirarse a su habitación o sumergirse en actividades solitarias, como videojuegos o lectura, como una forma de autoconservación.
Ejemplo 2: Como respuesta a las expectativas o demandas estrictas de sus padres, Gastón podría mostrar comportamientos desafiantes, como no hacer la tarea o no escuchar las indicaciones, como una forma de manifestar su autonomía y control en medio del caos familiar.
El ciclo continúa cuando, por ejemplo, la agresión verbal de Juana provoca defensividad en Marlon, lo que a su vez intensifica la agresión de Juana. Mientras tanto, Gastón, como el miembro más joven y vulnerable de la familia, intenta encontrar maneras de lidiar y adaptarse, ya sea alejándose o mostrando pequeños actos de rebeldía. La clave para romper este ciclo será reconocer estos patrones y trabajar para establecer comunicaciones y límites más saludables entre los miembros de la familia.

Hipótesis 2


La familia Haro sigue un guión que promueve la idea de que es necesario “armarse” (tomar un arma) para estar protegido o ser reconocido. Basándose en sus experiencias previas y el contexto en el que se han desarrollado, la familia podría esperar que el terapeuta refuerce esta narrativa, eligiendo un "culpable" (como Juana) y tomando partido.
En el espacio terapéutico, sin embargo, se busca que la familia reconozca no sólo las tensiones superficiales, sino también las presiones históricas para que así y se rompan los ciclos actuales del conflicto. Que no se queden atorados en la idea d eque las únicas maneras de relaciones son retraerse o defenderse.
la meta es reescribir un guión en el que la empatía y el apoyo mutuo remplacen la necesidad de defensa y control, ayudando así a la familia a identificar y cuestionar estos guiones y a discernir su influencia en las interacciones diarias.

Que no se queden atorados en la idea d eque las únicas maneras de relaciones son retraerse o defenderse.

Co-construcción del problema:


Reencuadrar el incidente del cuchillo: Usando el incidente con Gastón como punto de partida, puedo trabajar con la familia para reenmarcarlo, no como un acto de agresión, sino como un grito de ayuda o una manifestación del miedo y la vulnerabilidad de Gastón. Este reencuadre puede permitir a la familia ver el incidente como un punto de inflexión, una señal de que es necesario un cambio en la relaciones de la familia.
La familia Haro vive bajo un guión que dicta que para ser reconocidos o protegidos, deben "armarse". El incidente con Gastón y el cuchillo es un claro indicador de esta dinámica defensiva y confrontativa.
Usando la metáfora de la espada, se aborda esta tendencia a defenderse o atacar. Sin embargo, la metáfora de la espada no se aborda como simple característica intrínseca del individuo (”Gastón es agresivo”) ni como patrón disfuncional de la familia (”es una familia violenta”), es decir no se convierte en un símbolo de un problema a eliminar, siendo la solución quitar la espada de la ecuación. La espada no solo simboliza conflicto (esa lectura tendría que ver con la expectativa de la familia, que esperaría que el terapeuta (yo) "tome la espada" para imponer orden - o culpabilizar a Juana de la violencia). La terapia busca identificar ocasiones en las que la "espada" se usó más para cuidar que para confrontar, para protegerse, comunicar dolor o para establecer límites, redefiniendo su significado.
El proceso terapéutico, sin embargo, no se centró en mantener esa "espada" en alto. En lugar de eso, se propuso una transición: de la "espada" a la "pluma". La idea era que, en lugar de mantenerse en guardia o en un estado constante de defensa, la familia podría aprender a "reescribir" su narrativa, moviéndose hacia una de entendimiento, empatía y colaboración.
El empleo de la "pluma" simboliza la co-construcción de una nueva historia, donde la familia no solo identifica y cuestiona sus patrones de comportamiento actuales, sino que también trabaja activamente para crear interacciones más saludables y constructivas. Esta transición, de la espada a la pluma, refuerza el objetivo principal de la terapia: ayudar a la familia Haro a establecer una base firme de interacción basada en el respeto mutuo, la comprensión y el crecimiento conjunto.

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El incidente con Gastón es un reflejo de la necesidad de cada miembro de la familia de protegerse, subrayando la urgencia de abordar y modificar estas interacciones.
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Cómo hacer para que el incidente con el cuchillo protagonizado por Gastón, en lugar de reforzar el guión construido a lo largo del tiempo a través de experiencias pasadas y el contexto actual, permita reescribir un nuevo guión alternativo que les permita salir de la dinámica relacional de violencia y miedo.
el incidente en el que Gastón toma un cuchillo para defenderse de una discusión intensa con Juana sirve como punto de inflexión, destacando la gravedad y la insostenibilidad de su dinámica actual. Tarea: como hacerlo visible.

Este guión ha sido co-construido a lo largo del tiempo debido a experiencias pasadas y expectativas actuales, y se refuerza cada vez que uno de los miembros actúa conforme a él, como en el incidente con el cuchillo protagonizado por Gastón.

Co-construcción del Problema en el Contexto de la Familia Haro

La familia Haro opera bajo un guión que promueve la idea de que "para ser reconocido y mantenerse en pie se necesita ejercer poder y control". La familia, basándose en sus experiencias previas y el contexto en el que se han desarrollado, podría esperar que el terapeuta refuerce esta narrativa, eligiendo un "culpable" (como Juana) y tomando partido. Sin embargo, es crucial para el proceso terapéutico que este guión no se refuerce.
Para llevar a cabo una co-construcción efectiva del problema, el terapeuta podría iniciar con las siguientes estrategias:
Validar las Emociones, No las Acciones: Es fundamental que el terapeuta valide los sentimientos de todos los miembros de la familia, reconociendo su miedo, vulnerabilidad y necesidad de control. Sin embargo, no debe validar las acciones violentas o agresivas que surgen de estos sentimientos.
Exploración Conjunta: A través de preguntas abiertas y reflexivas, el terapeuta puede ayudar a la familia a explorar sus guiones actuales, cómo se formaron y cómo influyen en su comportamiento. Esto puede hacer que los miembros de la familia se den cuenta de cómo han co-construido su realidad actual.
Exploración Conjunta Mediante Preguntas Circulares:
El terapeuta, utilizando preguntas circulares, ayudará a la familia a identificar y cuestionar sus guiones actuales, a entender cómo estos se han desarrollado y cómo influyen en sus interacciones diarias. Las preguntas circulares permiten iluminar cómo los comportamientos de un miembro afectan o son afectados por los comportamientos de otros, lo que podría ayudar a los miembros de la familia a ver cómo han co-construido su realidad actual. Algunas posibles preguntas circulares para esta fase podrían ser:
A Juana: "¿Cuándo Marlon se muestra más agresivo, qué sucede justo antes? Y cuando eso sucede, ¿cómo reacciona Gastón?"
A Marlon: "Cuando Juana te responde con agresividad, ¿qué sucedió justo antes de eso? Y después de que Juana reacciona, ¿cómo cambia la actitud de Gastón?"
A Gastón: "En los días en que sientes que no necesitas 'defenderte', ¿qué es diferente en cómo mamá y papá interactúan entre sí o contigo?"
A Juana y Marlon: "Cuando Gastón se muestra más calmado y cooperativo, ¿qué han notado que es diferente en su propia relación o en la forma en que interactúan con él?"
Estas preguntas buscan llevar a la familia a una exploración profunda de sus patrones de comportamiento y las causas subyacentes. La idea es que, al responder estas preguntas, los miembros de la familia puedan empezar a ver las interconexiones y cómo han llegado a co-construir su guión actual basado en poder y defensa. Por ende, podrán empezar a visualizar posibilidades para co-construir un guión alternativo más saludable.
Introducción de Narrativas Alternativas: Al identificar momentos donde la familia no siguió su guión típico de poder y control (por ejemplo, momentos de cuidado mutuo, colaboración o apoyo), el terapeuta puede empezar a introducir una narrativa alternativa en la cual la familia no siempre recurre a la agresión para resolver conflictos.
Reenmarcar el Incidente del Cuchillo: Usando el incidente con Gastón como punto de partida, el terapeuta puede trabajar con la familia para reenmarcarlo, no como un acto de agresión, sino como un grito de ayuda o una manifestación del miedo y la vulnerabilidad de Gastón. Este reencuadre puede permitir a la familia ver el incidente como un punto de inflexión, una señal de que es necesario un cambio en la dinámica familiar.
Construcción de un Nuevo Guión Familiar Conjuntamente: Con el apoyo del terapeuta, la familia podría empezar a construir un nuevo guión en el que "para ser reconocido y mantenerse en pie en esta familia, se necesita empatía, comunicación y entendimiento mutuo". La introducción de esta narrativa promueve una dinámica más saludable y colaborativa.
Al co-construir de esta manera, el terapeuta y la familia pueden empezar a cambiar el enfoque del "poder y control" a uno de "empatía y colaboración", creando una base más sólida para la intervención terapéutica y el cambio positivo.
Hipótesis: “La familia Haro está atrapada en un guión de interacciones basado en el poder y la defensa, donde cada miembro siente la necesidad de "armarse" para protegerse o ser reconocido.” Esto está muy bien. “Este guión ha sido co-construido a lo largo del tiempo debido a experiencias pasadas y expectativas actuales, y se refuerza cada vez que uno de los miembros actúa conforme a él, como en el incidente con el cuchillo protagonizado por Gastón”. Es confuso que digas que este problema ha sido co-construido, pues la co-construcción es lo que la terapia propone como alternativa y solución a la situación de malestar que viven. Sería mejor decir que es resultado de patrones, creecias de la familia que los atrapan en un ciclo de violencia, algo así. “Aunque busquen apoyo externo, podrían esperar inconscientemente que el terapeuta refuerce sus roles preestablecidos.” Tal vez evitar la palabra inconscientemente, que no es sistémica. “Sin embargo, en el proceso terapéutico, se busca co-construir un problema diferente, uno que no centre en culpar, sino en comprender y cambiar dinámicas”. Más que comprender y cambiar dinámicas, algo como lo que decías arriba (ayudar a la familia a identificar y cuestionar sus guiones actuales, a entender cómo estos se han desarrollado y cómo influyen en sus interacciones diarias. ) “La meta es reescribir un guión en el que la empatía y el apoyo mutuo reemplacen la necesidad de defensa y control.” Esto último muy bien. Lo dices mejor arriba: Al co-construir de esta manera, el terapeuta y la familia pueden empezar a cambiar el enfoque del "poder y control" a uno de "empatía y colaboración", creando una base más sólida para la intervención terapéutica y el cambio positivo.

Hipótesis








Hipótesis 3


Las experiencias marcadas por el abuso y la violencia en las familias de origen de Marlon y Juana han cimentado un guión familiar en el que la defensa y el control son primordiales. Su percepción compartida de vulnerabilidad, exacerbada por inseguridades persistentes como su baja estatura y la dependencia laboral de Marlon hacia su suegra, refuerza la creencia de que necesitan "armarse" para lograr reconocimiento y protección.

A partir de esta hipótesis yo me plantée ... En la terapia, el reto radica en desentrañar y reconfigurar estas narrativas profundamente arraigadas, facilitando la construcción de un guión en el cual la familia Haro pueda sentirse segura y valorada sin la imperiosa necesidad de estar a la defensiva o en constante control.

Información relavante

Experiencias previas de violencia y abuso: Tanto Marlon como Juana vivieron situaciones de abuso y violencia en sus familias de origen, lo que ha influido en cómo enfrentan y manejan el conflicto y la defensa en su propia familia.
Percepción de vulnerabilidad compartida: Ambos, Marlon y Juana, tienen inseguridades relacionadas con su baja estatura, lo que podría haber fomentado la necesidad de "armarse" para sentirse reconocidos y protegidos.
Dependencia laboral de Marlon: Marlon trabaja para su suegra, lo que crea una dinámica de dependencia y posiblemente refuerza la sensación de falta de agencia e independencia, generando más necesidad de control y defensa.
Guión de defensa y control: Las experiencias pasadas y las percepciones actuales han llevado a la familia Haro a desarrollar un guión en el que la defensa y el control son esenciales para la seguridad y el reconocimiento.
Necesidad de reconocimiento y protección: Derivado de las inseguridades y experiencias pasadas, existe una creencia arraigada en la familia de que, para obtener reconocimiento y protección, es necesario estar en un estado de constante defensa o control.


Hipótesis 4

La dinámica de la familia Haro refleja normas socioculturales profundamente arraigadas, especialmente en torno a roles de género y expectativas familiares. Juana, bajo influencias culturales patriarcales, es vista como la "guardiana" del bienestar familiar, llevando el peso de las tensiones familiares sobre sus hombros. Esta percepción está alineada con creencias más amplias que asignan a las mujeres la tarea primordial del cuidado emocional y relacional dentro de la familia.
C´mo este contexto ha tenido que ver con sus creencias.
Sin embargo, en la intervención terapéutica, se evita perpetuar esta narrativa singular. Mediante una postura de irreverencia, el terapeuta busca cuestionar tanto las expectativas internas de la familia como estas normas culturales, enfocándose en cómo cada miembro de la familia ha contribuido a la dinámica actual. El objetivo es guiar a la familia Haro hacia la co-construcción de un nuevo guión, uno que reconozca y valore las contribuciones de todos sus miembros.

Información relevante:

La familia Haro, residente en la CDMX y perteneciente a la clase media-alta, se encuentra en medio de dinámicas influenciadas por una combinación de normas socioculturales. Estas normas, particularmente arraigadas en expectativas de género, sugieren que Juana, como mujer y figura materna, debe asumir la responsabilidad primordial del bienestar emocional y relacional de la familia. Esta presión se intensifica por la posición socioeconómica de la familia, donde hay expectativas adicionales de mantener ciertas apariencias y estándares. Además, la dinámica familiar es afectada por diferencias de edad, con Marlon siendo significativamente mayor que Juana, lo que podría influir en las percepciones de autoridad y roles dentro del hogar. El contexto urbano y cultural de la CDMX, con su mezcla de tradiciones y modernidad, también puede estar jugando un papel en la forma en que se manifiestan y se enfrentan las tensiones familiares.

El desafío terapéutico radica en reconocer y desentrañar estas influencias entrelazadas, y guiar a la familia hacia una co-construcción de una narrativa que les permita relacionarse de manera más saludable y adaptativa.

En qué ha consistido la terapia:

La terapia con la familia Haro ha sido un enfoque integrador que combina elementos de al menos dos modelos terapéuticos, particularmente aquellos que se alinean con la terapia sistémica y narrativa. A continuación, se detallan los componentes clave:

Preguntas Circulares (Milán): Siguiendo el enfoque de Milán, se utilizaron preguntas circulares para explorar diferencias, similitudes y alianzas dentro de la familia. Estas preguntas ayudaron a la familia a ver sus problemas desde diferentes perspectivas y a encontrar nuevas formas de abordarlos.

Intervenciones Paradójicas: Estas técnicas buscan crear un cambio en el sistema al introducir o destacar un elemento inesperado o contrario a las expectativas familiares. Por ejemplo, en lugar de retirar la "espada" (agresión), se puede explorar su significado y función en la dinámica familiar.
Reencuadre: Esta técnica permite cambiar la perspectiva de un problema o situación, ofreciendo un nuevo significado o contexto. Al ver la "espada" no solo como un símbolo de agresión sino también como una herramienta de comunicación o protección, se está reencuadrando su papel en la historia familiar.
Alianza Terapéutica: A lo largo del proceso, es esencial que se construya una relación de confianza entre el terapeuta y la familia. Al ser parte del sistema terapéutico, el terapeuta trabaja activamente en fortalecer esta alianza, entendiendo las preocupaciones y expectativas familiares y validando sus experiencias.

Busqueda de la historia alternativa, no dicha. Discurso dominante de la familia (plagado de problemas). Buscar narrativa alternativa. Los discursos que no tenían que ver con el problema. El cuchillo: esfuerzos de cuidado, unión y protección.




Ciclos de Interacción: Se exploró cómo los miembros de la familia interactúan entre sí, identificando patrones y ciclos de comportamiento.
Preguntas Circulares: Se usaron para identificar y explorar patrones de interacción, permitiendo a los miembros de la familia ver las interconexiones entre sus comportamientos.
Enfoque en la Solución: En lugar de centrarse únicamente en los problemas, se buscó identificar y potenciar recursos y soluciones existentes dentro de la familia.


Reenmarcar el Incidente del Cuchillo: Usando el incidente con Gastón como punto de partida, el terapeuta puede trabajar con la familia para reenmarcarlo, no como un acto de agresión, sino como un grito de ayuda o una manifestación del miedo y la vulnerabilidad de Gastón. Este reencuadre puede permitir a la familia ver el incidente como un punto de inflexión, una señal de que es necesario un cambio en la dinámica familiar.
Uso del Objeto Metafórico (Roma): Dado que el incidente con el cuchillo ha sido crucial en la dinámica familiar, el terapeuta podría emplearlo como un objeto metafórico, convirtiéndolo en un símbolo del miedo, la vulnerabilidad y la necesidad de protección en la familia. A través de discusiones y ejercicios, la familia puede ser alentada a "entregar sus cuchillos", simbolizando su compromiso de buscar formas no agresivas de comunicación y protección.


APRENDIZAJE

Aprendí que tener conciencia del sistema terapéutico determina e influye en la dirección, las intervenciones y las respuestas dentro del proceso de terapia.

Por ejemplo, sin tener presente el sistema terapéutico, en la metáfora de la espada, la espada (agresividad) podría ser vista como una característica intrínseca de un individuo (por ejemplo, "Gastón es agresivo") o como un patrón disfuncional de la familia ("esta familia es violenta"). Aquí, la espada se convierte en un símbolo de un problema a "corregir" o "eliminar", y la solución puede ser dirigida a quitar la espada de la ecuación. En cambio, si me veo como parte activa del sistema, la interpretración de la espda se vuelve más dinámica y relacional. Puede ser vista como un objeto de interacción, una herramienta que ha sido utilizada por la familia para ciertas funciones, para protegerse, comunicar dolor o para establecer límites. Es posible explorar estas funciones con la familia: "¿Cómo se siente cada uno al sostener esta espada? ¿Qué historia tiene esta espada en su familia? ¿Qué sucede si, durante nuestra sesión, pasamos la espada entre nosotros y exploramos lo que significa?". Esto permite al sistema terapeutico redefinir lo que la espada reprenta y encontrar nuevas formas más constructivas de interactuar con ella.
Otro ejemplo: aprendí que desde una postura externa (perspectiva de cibernética de primer orden), las expectativas de la familia podrían percibirse como obstáculos a superar o como resistencias a la terapia. Si la familia Haro espera que yo señale a Juana como el problema, yo intentaría educar a la familia sobre por qué esta perspectiva es incorrecta, o incluso puedo llegar a setnirme frustrado por una supuesta falta de cooperación de la familia. Al ser parte activa del sistema, puedo abordar estas expectaticas como puntos de partida para el diálogo y la exploración. En lugar de ver la expectativa de culpar a Juana como un problema, puedo preguntar: "Me doy cuenta de que hay una fuerte sensación en esta sala de que Juana es vista como la causa de los problemas. ¿Cómo ha llegado esto a ser? ¿Qué pasaría si, solo por un momento, dejamos a un lado esa idea y exploramos otras perspectivas?". Con esta pregunta, invito a la familia a reflexionar sobre sus propias expectativas y a co-construir nuevas maneras de entender y narrar lo que sucede.
La Alianza Terapéutica es Crucial: El éxito en la terapia se basó en la confianza construida entre el terapeuta y la familia Haro, especialmente al tratar temas sensibles como el incidente del cuchillo.

El Valor del Reencuadre: El ejercicio de transformar la espada en pluma mostró cómo un simple cambio de perspectiva puede desbloquear nuevas formas de entender y abordar problemas.
El valor de la irreverencia. En el caso de la familia Haro, la expectativa arraigada era que Juana, como figura materna, debía ser señalada como responsable de las tensiones familiares, lo que se alinea con ciertas creencias socioculturales más amplias que a menudo ponen a las mujeres en el papel de "guardianas" del bienestar familiar. Esta expectativa puede estar influenciada por estructuras de poder patriarcales y normas de género que sugieren que las mujeres deben asumir la responsabilidad principal del cuidado emocional y relacional dentro de la familia.
Al usar la irreverencia para no adherirse a esta narrativa, se logró cuestionar no solo las expectativas familiares internas, sino también estas normas socioculturales más amplias. En lugar de buscar un culpable, se trabajó en ver cómo cada miembro de la familia contribuyó al guión actual y cómo podrían co-construir un nuevo guión juntos.
El acto de desafiar estas creencias no solo permitió una reevaluación de los roles y responsabilidades dentro de la familia Haro, sino que también abrió la puerta a nuevas formas de interacción y comunicación. Además, al cuestionar estas normas, se dio un paso hacia la redefinición del poder y la autoridad dentro de la dinámica familiar, alejándose de una estructura jerárquica y moviéndose hacia una más colaborativa y equitativa.




Ambos puntos subrayan la idea de que al ser parte del sistema terapéutico, el terapeuta tiene la oportunidad de trabajar con la familia desde dentro, colaborando y co-construyendo, en lugar de imponer o dirigir desde fuera.





La Espada como Metáfora: Observador Externo vs. Parte del Sistema Terapéutico
De la importancia de tener presente el sistema terapéutico:
Como Observador Externo:

Tener presente el sistema terapéutico fue lo que me permitió no aceptar la demanda de la familia de que se culpara a Juana de la violencia vivida en casa(esta demanda es resultado más bien de un guión que dicta que es necesario “armarse”), y por lo tanto, es también lo que me permitió no tomar la metáfora de la espada, en alusión al incidente que lo trae a la consulta, de manera simple o reduccionista: partiendo de la espada como mero símbolo de agresión me hubiera llevado a pensar en una característica intrínseca de un individuo (por ejemplo, "Gastón es agresivo") o en un patrón disfuncional de la familia ("esta familia es violenta"). La demanda de la familia podría traducirse así como “empuña el arma y señala un culpable”.
Teniendo en cuenta el sistema terapéutico, me fue posible ver la espada como un objeto de interacción, una herramienta que ha sido utilizada por la familia para ciertas funciones, para protegerse, para comunicar dolor o para establecer límites. Al ser parte del sistema, pude explorar estas funciones con la familia: "¿Cómo se siente cada uno al sostener esta espada? ¿Qué historia tiene esta espada en su familia? ¿Qué sucede si, durante nuestra sesión, pasamos la espada entre nosotros y exploramos lo que significa?". Esta perspectiva nos permitieron a la familia y a mí redefinir juntos lo que la espada representa y encontrar formas más constructivas de interactuar con ella.

Vamos a redactar el segunto punto. Lo que quiero expresar es que lo que permitió este avance en Marlon, y por lo tanto en las relaciones en la familia, fue la posibilidad de no aceptar la demanda incial de la familia de culpabilizar a Juana de la violencia en la familia. Y esta posibilidad solo la pudo dar el poder ver el sistema terapéutico, es decir escuchar que la demanda proviene de su guión familiar, que es el que dicta que para estar protegisdos hay que tomar un arma, en este caso se trataba de señalar y culpar a Juana. Recuerda esta es la hipótesis 2 que elaboramos: "La familia Haro sigue un guión que promueve la idea de que es necesario “armarse” (tomar un arma) para estar protegido o ser reconocido. Basándose en sus experiencias previas y el contexto en el que se han desarrollado, la familia podría esperar que el terapeuta refuerce esta narrativa, eligiendo un "culpable" (como Juana) y tomando partido. "
Me doy cuenta que tener presente el sistema terapéutico fue lo que me permitió ver la imagen o la metáfora de la espada no como algo reduccionista, es decir como una característica intrínseca de un individuo (por ejemplo, "Gastón es agresivo") o como un patrón disfuncional de la familia ("esta familia es violenta"), sino como un objeto de interacción del cual es posible e imporatnte hablar e indagar. Al no
Si como terapeuta me coloco fuera del sistema y pretendo ser un observador imparcial, la metáfora de la espada sería interpretada de manera más rígida y simplista. Desde este punto de vista, la espada (agresividad) puede ser vista como una característica intrínseca de un individuo (por ejemplo, "Gastón es agresivo") o como un patrón disfuncional de la familia ("esta familia es violenta"). Aquí, la espada se convierte en un símbolo de un problema a "corregir" o "eliminar", y la solución puede ser dirigida a quitar la espada de la ecuación. Esto puede llevar a intervenciones que, si bien bien intencionadas, pueden ser percibidas como intrusivas o que no se alinean con la experiencia vivida de la familia.
Como Parte del Sistema Terapéutico: Cuando el terapeuta se ve a sí mismo como una parte activa del sistema, la interpretación de la espada se vuelve más dinámica y relacional. Aquí, la espada puede ser vista como un objeto de interacción, una herramienta que ha sido utilizada por la familia para ciertas funciones, quizás para protegerse, para comunicar dolor o para establecer límites. Al ser parte del sistema, el terapeuta puede explorar estas funciones con la familia: "¿Cómo se siente cada uno al sostener esta espada? ¿Qué historia tiene esta espada en su familia? ¿Qué sucede si, durante nuestra sesión, pasamos la espada entre nosotros y exploramos lo que significa?". Esta perspectiva permite a la familia y al terapeuta redefinir juntos lo que la espada representa y encontrar formas más constructivas de interactuar con ella.





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