Se traza un corte en cada eje medido sobre el terreno.
Tomando la distancia entre cada estación (Cada estaca que se colocó en el terreno) y el nivel de cada estación, se obtienen la altura y posición de los puntos medidos.
Paso 2
Al unir esos puntos, se obtiene una aproximación del perfil y forma real del terreno en ese corte, es decir, la línea de tierra.
Paso 3
Sobre el corte, se trazan líneas de nivel, según la distancia que mejor permita analizar la variación en el terreno.
Para proyectos a gran escala se recomienda medir a cada metro, o incluso más.
Mientras más pequeña sea esa medida, más líneas de nivel y “definición” tendrá la representación del terreno.
Paso 4
En el corte, se identifica los puntos donde la línea de tierra se intersecta con los niveles que se establezcan.
Éstos no necesariamente coinciden con los puntos marcados por las estaciones.
Paso 5
Se traslada estos puntos del corte a la planta del eje.
Paso 6
Se repite el procedimiento con todos los ejes para ubicar en la planta todos los puntos que refieren curvas de nivel.
Paso 7
Al unir todos los puntos de un mismo nivel (Todos los puntos a nivel +1.00 juntos, luego todos los puntos a nivel +2.00, luego todos los que están a +3.00, y así sucesivamente) se obtienen las curvas de nivel.
Paso 8
Para mejorar su representación, las líneas rectas se interpretan y representan de forma curva.
Así las curvas refieren de manera aproximada la forma real del terreno.
Mientras menos separación haya entre los ejes medidos, y menor sea la distancia de altura entre niveles, más definición tendrá el mapa de curvas de nivel, y será más fiel a la realidad: