Rafa nadal


Hablemos de Rafael Nadal ex-Parera
Qué maravillosa es la vida.
De verdad, es preciosa.
Un día eres Don Rafael Nadal Parera, adalid del esfuerzo, padre de todos, y rey no coronado de este país, y al otro tu reputación vale lo que un tostador Silvercrest de tercera mano.
Al guionista de la vida, de verdad, gracias.
PRIMER ACTO
Supongo que te has enterado.
Rafa Nadal se ha convertido en “Embajador del tenis para Arabia Saudí”diciendo que “allá donde mira, solo ve progreso”. Y claro, semejante blanqueo de un país donde ser mujer, gay, o rarito, ya tal, ha generado críticas. Muchas críticas. Todas las críticas.
Don Rafael Nadal ex-Parera, padre de nadie, pesetero oficial del reino. Vamos, Nole!
Pues vengo con un lado curioso de esta historia.
SEGUNDO ACTO
Porque Nadal, en su anuncio, se ha justificado diciendo que “su objetivo es ayudar e inspirar a una nueva generación de tenistas en Arabia Saudí”.
O sea, que “todo por los niños”, pero no ha colado.
Y esto nos presenta dos ideas muy importantes. Muy muy importantes. Si tienes un negocio, o idea de tenerlo, pon mucha atención (al menos más que el cirujano que le puso pelo a Rafa).
[Es que ahora ya se vale reírse de Nadal, antes no]
Está bastante claro que lo que quiere la bola de billar de Manacor (si me cebo, me avisas) es pillar billetes y que los niños de Arabia se la sudan muchísimo, pero no lo puede decir. Así que lo que hace es tapar su afán de petrodólares con una causa justa.
Y lo hace porque tiene que hacerlo.
Cualquier negocio (y más en Internet) necesita demostrar su honorabilidad, que se sepa que es legítimo y que tiene una motivación más allá de trincar.
Nadal lo ha intentado tapar, pero con el mismo éxito que tapando otra cosa. Y le ha costado la reputación. La gente puede ser muy tonta, pero no es tonta.
Y esta es la idea 2 que nos trae el sultán mallorquín: la causa justa va antes.
No puedes ir a por billetes con los ojos inyectados en sangre y luego vestirlo con una causa justa. Es al revés. Primero necesitas una causa justa sincera y después, con el respaldo de la ética y la honestidad, ya puedes ir con todo a por las tarjetas.
La diferencia es total, porque el miedo a vender desaparece, y vendes más.
Anota esto donde lo puedas ver: el dinero tiene que estar, y todo el mundo lo entiende, pero no puede estar por encima de todo.
O igual es que no me han ofrecido lo suficiente.
En la formación que quiero que compres, y que se paga con dinero, pero que tiene una causa justa más allá de tu dinero, esta idea es pilar.
Lo es tanto que ya se menciona en la primera página del manual. Y en la segunda. Y el sistema se llama de O a C, donde la C es de Causa justa.
Y no solo eso, porque después verás cómo articular esa causa justa en una narrativa, para que tenga forma.
Porque no solo tiene que ser legítima, tiene que tener sentido, un orden, una historia.
Este email no es para vender, es para transmitirte que en esta formación tenemos una causa justa más allá de tu dinero (que las ideas de gente interesante no se queden por el camino). Y por supuesto que el dinero está invitado, porque así tiene que ser, pero te aseguro que preferimos no vender un puto curso si eso pone en riesgo nuestra reputación.
Así que si tienes dudas, no compres. Tanto Charly como yo preferimos invertir diez minutos en un zoom y rechazar amablemente tu tarjeta si sospechamos que tu dinero (y tu tiempo) están mejor en otro lado.
No serás la primera persona a la que se lo decimos.
Porque no queremos hacer un Rafa.
Para más información:
Y para soltar tus dudas, a este mismo email, o en el Telegram.
Un saludo
Álvaro
P.D. De nuevo, gracias al guionista, nunca me imaginé una desnadalización tan brusca.
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Ya no vamos, Rafa!
Para que no te pase lo mismo:
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