Soy el Golem Rebelde, y mi causa no era otra que la paz... Esta es mi historia.
Yo era uno de los Golems que se encargaba de proteger las afueras del pueblo junto a otros Golems... Siempre se escuchaban rumores de que un día la paz llegaría a su fin, ¡por una gran batalla! Todos asumimos que sería a manos de nuestros enemigos, por eso mi trabajo de protector era tan importante...
Un día mientras hacía guardia, vi una mariposa que se posaba sobre un tronco viejo. Los Golems son alérgicos a ellas debido a sus polvos mágicos de “Chucopox", que hacen que estornuden y resplandezcan en la luz. Así que, al intentar eliminar esta mariposa revoltosa, sin querer rompí el tronco podrido... en su interior, encontré una llave y un pequeño mapa misterioso.
Intrigado por este descubrimiento, el mapa me condujo a una cueva, unas ruinas donde había los restos de varios Golems con armaduras doradas. Y al final de la cueva, había un cofre de roca incrustado en la superficie de la cueva....
Tenía una cerradura... que parecía inquebrantable, así que use la llave. Resultó ser la correcta. Cuando lo abrí, encontré un pequeño libro. En este libro se encontraba la historia completa de los Golems , los dioses, y como estos dieron los regalos mágicos. Pero, al final del libro había una gran advertencia... una gran profecía acerca del fin de los tiempos, en donde decía que los reinos caerían debido a la avaricia de los dioses golem. Decía que el poder de los Dioses llegaría a su fin, y la paz se perdería…
Pero ya en la última página, un texto decía algo más... “Solo aquel que rechace su corazón y su naturaleza mágica, para no ser parte de ningún bando, sería digno de encontrar la respuesta a la paz, un inmenso poder mágico secreto que crece desde las entrañas de las piedras de los Golems, al ser fruto de la ausencia del poder de los orbes. Es la última respuesta que dará paz a todas las criaturas de Giblatön.... Este Golem deberá rechazar su magia y vivir errante para que este poder desconocido crezca en su interior... y supere incluso a los orbes de poder”.
Pero, mientras seguía leyendo ese libro... ¡Un golem desde la oscuridad tocó mi hombro! Casi se me salen las piedras del riñón. Aquel golem dijo: "¡El día ha llegado! He estado cuidando el cofre por muchos años. Recuerdo cuando el dios golem nos mandó a proteger este lugar... el dios nos dijo que llegaría un golem que estaría dispuesto a negarse a sí mismo y cumplir lo que el libro dicta”.
Yo pregunté: Entonces... ¿ningún otro golem ha rechazado el poder de los dioses? ¿Ningún otro ha rechazado su orbe? ¿Porque piensas que yo lo haré?
No… ningún otro lo ha hecho. Dijo el golem antiguo.
Golem Antiguo: Bueno, verás... El dios necesita su poder mágico para gobernar a los golem, y nosotros también necesitamos nuestros orbes, ¡lo necesitamos para vivir! Esta magia nos hace quienes somos, nos hacen Golems. Lo cierto es que ningún golem ha querido ser aquel que rechace su magia... ¡Pero tú! Pareces ser el indicado… Hay algo que te debo de mostrar, dijo aquel golem moribundo con armadura doradas.
Tomó un frasco con polvos de mariposas “Chucopox” y estas revolotearon y brillaron alumbrando la pared de la cueva y mostraron un dibujo de un golem... uno que cumplía con las características físicas del golem portador del poder final. Y eran todas las que yo poseía... era igual a mí.
Golem Antiguo: Algo me dice que eres tú el indicado... y escucha, cuando llegué el momento el reino golem caerá... Solo nosotros y nuestro antiguo dios sabíamos de este libro... Así que cuando llegue el día, en tus manos estará mantener la paz. O tal vez, acabar con ella.
Entonces pregunté: ¿Qué pasará con mi esencia mágica, mi orbe… si la rechazo?
Golem Antiguo: Deberás encerrar tu esencia mágica aquí en este cofre de piedra para poder quedar vacío. Yo me quedaré protegiéndola, mientras aún tenga fuerzas. Tendrás que errar en el bosque para poder encontrar la respuesta que está dentro de ti... sin tu magia, podrás ver sin la venda en los ojos que tienen los golem... y será así que encontrarás el poder. El día que menos lo esperes, ese momento mágico encenderá de nuevo tu corazón de gólem. ¿Estás listo?
Lo pensé por un largo momento... y le hice unas últimas preguntas:
¿Perderé mi amor por los míos, mis hermanos Golems, cuando suelte mi magia?
Golem Antiguo: Así será. Es necesario para que puedas encontrar la paz. Pero lo deberás encontrar tú mismo de nuevo.
Yo amaba a mi pueblo golem, era su protector, pero no podía cuidar un reino que caería, y si yo soy aquel que debe de rechazar su poder…. ¡Entonces que así sea! En ese momento me concentré en el cofre y mi esencia mágica salió de mí, y se quedó allí. Me había quedado vacío de poder mágico. Y, de hecho, de otras cosas... No había perdido la memoria, pero había perdido algo más al dejar mi esencia mágica.
En ese momento le dije al golem antiguo: Que extraño... Hice todo esto por el futuro de Giblatön... pero ahora no siento realmente nada por ellos. Ni me interesan, creo que mi magia ya no está. Ya no sé si esto es bueno o malo. ¡Tú me engañaste!
¡No! Dijo el golem. Tal vez no lo entiendes, pero tu camino apenas comienza. Ya no tienes tu esencia mágica, y tampoco sientes nada por ellos, los golems. Pero tarde o temprano lo encontrarás de nuevo... solo... no lo olvides.
Está bien. Espero que así sea, dije.
Ese día salí de la cueva sin entender mucho, había perdido mi motivación, pero sabía que debía de hacer algo si lo que decía esa profecía era real, solo que ahora la línea es algo difusa. Creo que ahora soy el Golem Rebelde... no pertenezco a ningún lugar. Pero sé que algún día sí.
Desde entonces, ya no recuerdo muy bien si los golems son los enemigos o no... Ahora vivo solo por mi interés, herrando en el bosque... Algún día recordaré porque hice todo esto. Por los momentos, el bosque es mi casa...
Me conocen como "El Rebelde” ¡Se que mi historia aún no ha terminado!
EL GOLEM REBELDE