Instrucciones
PASO 1: Escribir en un frasco, con tinta indeleble, frases hirientes. Escribir en el otro frasco, frases amables y sanadoras
PASO 2: Llenar ambos frascos con arroz blanco recién cocido y sellar herméticamente con la tapa. Colocar en sitios visibles y separados de la casa
PASO 3: Pedir a todas las personas que hacen vida en la casa, que tomen cada frasco una vez al día y lean las frases escritas con el sentimiento asociado. Repetir por seis semanas y observar la diferencia en el arroz blanco
Cuando empiecen a ver diferencias, imaginen el poder de las palabras, tanto de las hirientes como de las amables.