En todo tipo de interacción humana pueden presentarse conflictos, esto sucede cuando las personas involucradas tienen distintos puntos de vista u opiniones. Podemos visualizar a los conflictos como una oportunidad de crecimiento y de entendimiento de la otra persona.
La herramienta más útil que tenemos para resolverlos es a través del diálogo, con esto tenemos la oportunidad de expresar lo que sentimos y estamos viviendo y ponernos en el lugar del otro. En ocasiones el conflicto no puede resolverse entre los involucrados y es cuando solicitamos a otra persona que nos ayude a ser un mediador para resolver de forma pacífica el conflicto.
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Aquí podemos ver algunos puntos importantes sobre la resolución de conflictos. Nosotros como padres y madres podemos ser los mediadores en conflictos que puedan tener nuestros hijos e hijas. Este es uno de los espacios en donde podemos poner en práctica todas las habilidades que revisamos en el bloque de comunicación, para ayudar a que los involucrados puedan resolverlo y también cuando nosotros nos encontremos en alguna situación de este estilo sepamos qué hacer.
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Para entender mejor a los conflictos vamos a ver las etapas que los componen para que cuando estemos en presencia de alguno podamos tratar de entender en qué etapa está y que es lo que podemos hacer para contribuir a su resolución.
Antes de intervenir en la resolución de conflictos debemos poner en práctica nuestras habilidades de comunicación como crear un ambiente seguro en donde todos se sientan escuchados. Debemos poner énfasis en lo que están diciendo las partes involucradas y entender el problema.
Reconocer que existe una situación difícil: Esto permite conocer que esta sucediendo y estar abierto sobre lo que significa el problema.
Deja que los involucrados expresen sus sentimientos: Algunas emociones y sentimientos como la ira o la frustración acompañan a los conflictos. Antes de llegar a cualquier tipo de resolución es importante que quienes están involucrados expresen lo que sienten y lo reconozcan.
Define el problema: ¿cuál es el verdadero problema? ¿qué impacto negativo puede tener en nuestra vida si no se resuelve? ¿es un problema de personalidad? Son preguntas que podemos responder en conjunto o individual dependiendo del problema.
Determinar lo que se necesita: El objetivo de la resolución de conflictos no es decidir quién está bien y quien está mal, el punto es alcanzar una solución con la cual los involucrados puedan vivir. Buscar que es lo que se necesita primero puede ser una herramienta para generar soluciones donde todos ganen. Para descubrir las necesidades se debe analizar las soluciones que propusieron en un principio, es decir que cuando comprendemos las ventajas y desventajas que tienen las soluciones que propusieron, habremos identificado las necesidades que los llevaron a proponerlas.
Buscar áreas comunes de acuerdo como pueden ser:
-Estar de acuerdo en el problema
-Estar de acuerdo en el proceso que se va a seguir
-Estar de acuerdo en los peores temores
-Estar de acuerdo que un pequeño cambio es el camino correcto para alcanzar el éxito en la resolución
Encontrar soluciones que satisfagan necesidades como:
-Resolver el problema generando distintas alternativas
-Determinar que acciones se llevarán a cabo
-Involucrar a las partes del conflicto en acciones. Se tienen que estar seguro de que realmente se llegó a un acuerdo entre los involucrados.
Determinar el seguimiento para monitorear las acciones: Es necesario contar con un mecanismo que nos permita ver si se están cumpliendo los acuerdos a lo largo del tiempo (2 semanas, 1 mes, etc)
Determinar que se hará en caso de que el conflicto no se resuelva: Si el conflicto no puede resolverse por esta vía será necesario revisar otras alternativas, tal vez consultarlo con otra persona o pedir ayuda a personas que ya hayan vivido en esta situación. También se puede aplicar algún tipo de sanción a nivel comunidad, entre otros.
Recordemos que lo más importante en la resolución de conflictos es encontrar una situación que permita a las personas involucradas estar en paz y para poder hacerlo necesitamos saber comunicarnos, ser empáticos y tener la disposición de realmente ayudar.