Sabemos que los 2 bloques anteriores han sido llevado su tiempo de realizarse, pero pronto descubriremos que el tiempo que tenemos empleado en estas actividades nos ayudará a ahorrar mucho tiempo en el futuro.
A partir de la numeración que establecimos es necesario que determinemos el tiempo del corto, mediano y largo plazo. Cada familia decidirá cuál es el que más le conviene; por ejemplo podría decir que para mi familia el corto plazo son 6 meses, el mediano 2 años y el largo plazo 5 años. A partir de ahí tendremos más claro como llegar a ellos.
Para eso vamos a transcribir nuestras prioridades del ejercicio anterior en esta nueva tabla y vamos a añadir más detalles para descubrir cómo llegar a ellas.
Objetivo ¿que deseamos como familia?
Tiempo ¿en cuánto tiempo lo lograremos, corto, mediano o largo plazo?
Estrategias ¿Cómo le voy a hacer?
Apoyos externos ¿en qué o quiénes puedo apoyarme para lograrlo?
Es importante que repasemos todos los compromisos que hicimos como familia y que a partir de este proyecto que tenemos a largo plazo vayamos creando pequeñas tareas que nos permitan ubicarnos mejor en el tiempo y nuestras acciones. Al hacer esto vamos a tener una agenda que nos diga que tenemos que hacer y nos permita saber si estamos yendo por el camino correcto.
Qué aprendí/sentí/ vi/escuche/dije
Recomendamos que al final de la semana revisemos en familia unos 20 minutos cómo nos fue esa semana, es decir que cada uno de los integrantes comente lo que anotó en su libreta, cartulina u otro lugar. Si tenemos niños pequeños que aún no saben escribir, nosotros como sus padres podemos escribirlos por ellos y recordarles, es muy importante escuchar su opinión y conocer que aprendieron, sintieron, vieron, escucharon o dijeron a lo largo de esa semana.
Recuerda que para lograr que el proyecto de vida funcione debemos de reforzarlo con buenos hábitos.
Para que mejoremos aún más debemos establecer cierto tiempo para que veamos
cómo vamos en nuestro proyecto de vida, esto con el objetivo de conocer si las prioridades de la familia siguen en el orden que habíamos pensado o si ocurrió algún cambio, por ejemplo que nos mudemos de casa, que ahora tengamos que cuidar a algún familiar o que tenemos que salir de viaje.
Recordemos que el proyecto de vida es una pequeña guía que nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, determinar hacia donde queremos llegar y trabajar poco a poco en como alcanzar esas metas.
Cada familia debe determinar cuánto está dispuesta a trabajar, así que no se desanimen si se ponen solo 4 objetivos y para cada parte del cuerpo, es mejor comprometerse y dar lo mejor de sí mismos y alcanzarlos a engañarse y ponerse 20 que no tienen interés de trabajar.
No olviden que cuando revisen su plan de vida pueden disminuir o aumentar sus objetivos para que como familia puedan alcanzarlos.
Si no estamos acostumbrados a planear y a tener buenos hábitos es normal que las primeras veces nos equivoquemos, lo más importante es que aprendamos de ello y que cuando la vida nos ponga en una situación similar ya sepamos que hacer.
El proyecto de vida de la familia es una aventura que dura toda la vida y que trabajamos cada día con el objetivo de alcanzar nuestro bienestar y felicidad. Iniciarlo es el primero de muchos pasos así que cómo padres y madres ya podemos sentirnos muy orgullosos de nosotros mismos del camino que estamos emprendiendo hacia un mejor futuro.