El destino de las comunidades indígenas en Brasil, y por lo tanto la supervivencia de nuestro ecosistema, está en manos del sistema legal brasileño. Jair Bolsonaro quiere despojar de todas las comunidades indígenas de Brasil de su derecho a sus tierras para hacer de la selva amazónica un paraíso agrícola. El gobierno quiere que los derechos sobre la tierra vuelvan al pasado, como en 1988, cuando vio el genocidio indígena y una reducción violenta de los derechos sobre la tierra. Las tendencias actuales en ganadería, agricultura, tala, incendios y sequía proyectan que el 55% de la Amazonía será destruida para 2030 si no se toman medidas.
Una muestra de la violencia fue el asesinato de un miembro de una tribu protegida en el Amazonas por hombres armados, el cuerpo de Zezico Guajajara de la tribu Guajajara fue encontrado el 14 de abril de 2020, fue maestro y simpatizante de Guardianes del Bosque que se formó para combatir las pandillas madereras en el zona
El asesinato fue el quinto en los últimos 6 meses y muestra una creciente preocupación por la violencia contra los protectores de los lossy bosques amazónicos.
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