Las comunidades indígenas se están viendo afectadas por los efectos de la crisis climática y de las empresas extractivistas en sus territorios. La provincia de Mendoza se encuentra en una sequía de más de diez años que hace que el acceso al agua para muchas comunidades indígenas sea un privilegio, sumado a que hay una gran cantidad de empresas mineras que contaminan el agua y emplean a trabajadores en condiciones precarias dejando pueblos fantasmas. Lo mismo se dan en toda la región andina y en provincias como Chubut.