Una experiencia significativa que viví en el territorio fue durante un taller de apreciación musical con el grupo de jóvenes de 9 grado. Al principio, había cierta desconfianza y reservas entre ellos, pero a medida que avanzamos, comenzamos a crear un espacio de confianza a través de la música. Recuerdo un momento especial cuando, tras una actividad de reflexión colectiva, uno de los chicos compartió ese recuerdo contado por sus padres sobre su vida ya hace mucho tiempo, en el que su corregimiento, San Blas fue fuertemente violentado por los grupos armados al margen de la ley. Su valentía inspiró a otros a abrirse y compartir sus propias historias, evocaron ese recuerdo al hablar de la música que escuchaban del territorio, ya que hay composición que hablan de los episodios ocurridos. Este intercambio no solo fortaleció los lazos entre ellos, sino que también les permitió reconocer el valor de sus experiencias individuales y la importancia de escucharse mutuamente. Fue un recordatorio poderoso de cómo la música puede ser