En esta primera fase asentamos las bases para empezar el proyecto de forma alineada y clara. Es cuando definirmos el objetivo del proyecto, acotar el reto con el cliente y comprendemos el contexto del cliente y del proyecto.
Otro objetivo de esta fase es definir cómo vamos a trabajar, clarificar el scope y las expectativas de lo que sucederá, tanto con el equipo como con el cliente.