Nuestro lenguaje está determinado por nuestros pensamientos, valores, opiniones, sentimientos, emociones, decisiones, experiencias vividas, etc. Nuestro lenguaje tiene un impacto en la persona que nos escucha. Y a su vez, el lenguaje de la otra persona tiene un impacto en nosotros, que hace surgir nuestros pensamientos, valores, opiniones, sentimientos, emociones, experiencias, decisiones, etc.