Para empezar a preparar la receta casera de ñoquis de polenta, primero hierve la leche con el agua.
Una vez que empieza a hervir, espolvorea la harina de maíz en forma de lluvia.
Baja el fuego y revuelve de forma constante hasta obtener una consistencia espesa y cremosa.
Integra en tu cremosa polenta el queso rallado.
En una mesada, dispón un rectángulo de papel film. En el centro vuelca la polenta que has preparado.
Con la ayuda de tus manos, envuelve la polenta en forma de rollo asegurándote que queda lo más parejo y comprimido posible.
Cierra los bordes y enfría tu rollo de polenta para preparar los ñoquis por 1 hora como mínimo.
Pasado el tiempo, retira el film y corta los ñoquis de un tamaño parecido a 1 dedo meñique de ancho.
Disponlos en una asadera o molde apto para horno. Resérvalos.
Por otro lado, prepara la salsa blanca para gratinar tus ñoquis de polenta. Este paso no es obligatorio, ya que podrías acompañarlo con otras salsas como la parissien, pero te enseñamos a realizar esta propuesta.
Pues bien, para hacer la salsa blanca, disuelve la maicena en la leche fría. Caliéntala en el microondas por 1 minuto, revuelve y calienta otros 30 segundos más. Repite tantas veces como sea necesario para que espese. Condiméntala al gusto. Esta es una versión de la salsa blanca simplificada y dietética, ya que no utilizamos medios grasos para prepararla.
Cubre tus ñoquis de polenta con la salsa blanca.
Por último, espolvoréalos con el queso rallado. Llévalos a un horno fuerte (200 °C) hasta que gratinen. Te recomendamos calentarlos en la parrilla para que el calor desde arriba los gratine más rápido.