Skip to content

El engaño del NutriScore

Por Sergio / agosto 17, 2025

Por qué no necesitas semáforos para comer bien si sabes lo que haces

Este artículo no es una opinión. Es una guía.
Para que no vuelvas a dejar que un semáforo te diga qué comer.
image.png
Hoy vas a aprender:
Por qué el sistema NutriScore está diseñado para confundir al consumidor medio.
Qué mirar realmente en una etiqueta para saber si un alimento encaja contigo (o en tu plan).
Cómo empezar a usar criterio nutricional sin renunciar a comer rico, variado y con libertad.

1. CONTEXTO: CUANDO EL COLOR VERDE MIENTE

Imagina esto:
image.jpeg
image.jpeg
Coges un paquete de cereales sin azúcar, con 99% de maíz, sin gluten, sin aceites, sin mierdas.
Y ves que lleva una C.
Luego miras unos cereales de chocolate, cargados de azúcar, o un yogurt azucarado y ¡tienen una B!
image.png
image.png
¿Por qué?
Porque el sistema NutriScore no mide calidad, mide números aislados por cada 100 gramos.
Y ese tipo de sistema puede ser manipulado fácilmente por la industria.

2. LO QUE NUTRISCORE REALMENTE MIDE (Y LO QUE NO)

Mide:
Calorías por 100 g
Gramos de sal
Grasa saturada
Azúcares simples
Puntos “positivos” si lleva fibra, fruta o legumbres
No mide:
Calidad real de los ingredientes
Nivel de procesamiento
Si el alimento encaja o no en un contexto saludable
Qué comes tú el resto del día (y a lo largo de toda la semana).
👉 Es decir, puede premiar un alimento ultraprocesado que “disfraza” sus datos y penalizar uno real, natural y útil para ti solo porque tiene más sal o grasa.

3. EL RIESGO INVISIBLE

Cuando confías ciegamente en un algoritmo como NutriScore:
Puedes evitar alimentos reales (como frutos secos o aceite de oliva) solo por su letra.
Puedes consumir productos con buena nota que en realidad no aportan nada a tu salud.
Y lo más peligroso: crees que estás comiendo bien y no avanzas.
Y eso frustra. Eso confunde.
Eso te hace pensar que el problema eres tú, cuando en realidad es el sistema.

4. ¿QUÉ DEBERÍAS MIRAR EN UNA ETIQUETA?

En EGIFIT, esto es lo que enseñamos:
1. Lista de ingredientes ​¿Es corta? ¿Hay cosas que puedes identificar fácilmente?
2. Azúcares añadidos ​¿Tiene azúcar, jarabes o similares?
3. Grasas y aceites ​¿Usa aceite de girasol refinado? ¿O grasas trans?
4. Contexto ​¿Lo vas a cuadrar en tu planificación semanal? ¿Forma parte de tu estrategia? Y sobre todo: ¿Encaja con tus macros, tu vida y tus gustos?
Entonces vale. Punto.

5. EL DESAYUNO QUE YO TOMO (Y QUE LLEVA UNA “C”)

Mi desayuno muchas veces es:
60 g de Corn Flakes sin azúcar
60 g de copos de avena
Leche + aislado de proteína
Nueces + chocolate 99%
Plátano + dátil
Resultado: saciedad, energía, estructura equilibrada.
image.jpeg
NutriScore: C (o peor si añado lo demás).
Mi cuerpo: GRACIAS.
¿Ves el problema?

6. APLICACIÓN PRÁCTICA: LA PRÓXIMA VEZ QUE VAYAS AL SÚPER

Haz esto:
Ignora el semáforo por un momento.
Gira el paquete.
Mira los ingredientes y los valores.
Hazte esta pregunta: ¿esto me ayuda a cumplir mis objetivos, o solo “parece” saludable?
Y si tienes dudas, pregúntale a un profesional (pero de verdad). No a un algoritmo.

CONCLUSIÓN

El NutriScore no es tu enemigo. Pero tampoco es tu guía.
Es una herramienta mal calibrada para una guerra que tú ya estás aprendiendo a pelear con armas reales:
👉 Criterio.
👉 Conocimiento.
👉 Y una estrategia basada en tu contexto y tu libertad.
En EGIFIT, eso es lo que hacemos cada día.

“Mi desayuno lleva una letra C.

Pero no cambio cómo me siento por una etiqueta más verde.”
“Este artículo no es para que comas como yo.
Es para que empieces a comer como tú, pero con claridad.”
Léelo.
Y si resuena contigo y quieres que te ayudemos sabes dónde estamos.
Want to print your doc?
This is not the way.
Try clicking the ⋯ next to your doc name or using a keyboard shortcut (
CtrlP
) instead.