Al finalizar la implementación, se realiza una autoevaluación de las etapas con el uso de herramientas tipo FODA y elementos de aprendizaje, que permiten conocer las áreas de oportunidad en donde se puede mejorar y fortalecer los procesos que operan de manera adecuada. Esta información es iterada e incluida en los próximos ciclos de planeación e implementación para responder de manera ágil ante nueva información y generar mayor valor para los beneficiarios.
El tipo de decisiones que la evaluación contribuye a tomar se refieren a
Se se continua o detiene el proyecto. Mejorar prácticas y procedimientos Organizar y desarrollar proyectos similares Agregar o descartar determinadas estratégicas y técnicas.
El FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas) tiene como objetivo analizar los logros y debilidades en las actividades y/o etapas del proceso.